lunes

los pies morenos y redondos en nuestras caras.

un reflejo en la maleza que
nos corre como una serpiente lunar/de acero/de mercurio.

el sonido de esas voces agudas y nasales
tratan de amenizar la partida,
ansiosas por descargar los días pasados
en oidos ausentes, abrumados,
hablan de novios mecenas de sus artes modernas
reivindicando y degenerando
todo el feminismo hipócrita de su generación.

y un pastor inglés se desvanece
en el medio de la ruta/del asfalto
al tiempo que nuestra chofer juega
cigarrillo en mano
juegos de manos
con la copiloto, y sentimos que volamos,
flotamos
a través del espacio que nos separa
(de aquello a lo que hemos regresado)